1 de agosto de 2011

Duelo de divorcio


Actualmente, el 45% de los matrimonios terminan en "DIVORCIO"...

     El divorcio es una de las principales causas de estrés en las personas; el hecho de disolver el vinculo matrimonial provoca en ambos, estados de angustia y por supuesto ellos tendrán que pasar por un proceso de duelo psicológico, especialmente aquel que no quería divorciarse.

     Cada persona asimila la pérdida de distinta forma ya que el duelo es un trabajo realizado por el Yo para adaptarse a la perdida de aquella persona a quien se ha amado. 
     La elaboración del duelo está relacionada a una experiencia existencial activa, una lucha por asimilar la pérdida, una adaptación a una vida transformada por la pérdida y un aprendizaje continuo.
     Algunas de las manifestaciones psicológicas del duelo son: confusión, desinterés, miedo, desilusión, soledad, tristeza, rabia, culpa, añoranza, entre otras.
     Toda pérdida necesita un periodo de restablecimiento, la pérdida afectiva provoca una evidente disgregación emocional. La asimilación de la pérdida lleva tiempo, es por esto que se han identificado 4 fases o etapas dentro de cualquier tipo de duelo:

Según John Bowlby (1993) en el proceso de duelo se deben superar diferentes momentos de dolor, estas fases no se dan siempre en el mismo orden:
  •  Entumecimiento.- fase de protesta en la que se experimentan sentimientos de angustia, miedo e ira. Se caracteriza porque se da la negación y la no aceptación.
  • Anhelo.- Es la fase en la que se da la búsqueda de la persona perdida mediante pensamientos permanentes sobre la persona perdida.
  • Desorganización.- Desesperación, desasosiego y falta de recursos para enfrentar la pérdida. La persona en duelo se muestra apática e indiferente y el empezar a aceptar la pérdida le produce una sensación de desasosiego..
  • Reorganización.- Es la fase en la que se va a dar la aceptación y va reapareciendo la necesidad de reincorporarse a su propia vida.
     Dentro del proceso de duelo, es importante cumplir con determinadas tareas para poder concluir con este proceso doloroso:

-  Aceptar la realidad de la pérdida.
-  Dar expresión a los sentimientos.
-  Adaptarse al ambiente en el que aquella persona ya no está.
-  Invertir toda la energía emotiva en otras relaciones interpersonales.