El AJAYU (alma o espíritu), es entendido en la cultura Aymara como la fuerza que alberga a los sentimientos y a la razón, también es entendido como el centro de un ser que siente y piensa; es la energía cósmica que nos da vida. En la visión asiática, el Ajayu podría compararse con el aura o chakra.
En el mundo andino, se tiene la creencia de que si un niño se asusta, se enferma ya que hasta los 6 años no se ha consolidado la relación del alma con el cuerpo. Los niños presentan síntomas tales como decaimiento, pérdida de apetito, sobresaltos y problemas estomacales.
Se han visto casos en los que los niños presentan estos y otros síntomas pero no tienen ningún problema orgánico. El Ajayu ha sido estudiado por antropólogos y sociólogos que han confirmado que estos casos son reales.
Lo que se hace en estos casos es “llamar el Ajayu” repitiendo el nombre del niño y agitando al aire una prenda “de esta manera el ajayu o espíritu es ataído”, luego de le debe colocar la prenda al niño para dormir.
Para muchos esto es solo un mito, sin embargo es algo que las abuelas recomiendan en casos de susto y lo indiscutible es que es un tema que requiere de muchísima fé.